Increíble Rally de Montecarlo 1964

El milagro del Rally de Montecarlo de 1964

El Rally de Montecarlo es una de las pruebas más antiguas y famosas del mundo del motor. Las primeras carreras se celebraron en 1911. La historia del evento está llena de muchos acontecimientos memorables, asombrosos y fascinantes que, sin duda, requerirían más de un volumen para describirlos con detalle. Pero incluso en esta abundancia, destaca el éxito del equipo irlandés del piloto Paddy Hopkirk y el copiloto Henry Liddon en el Mini Cooper S. Fue en 1964.

En una entrevista realizada en 2020, Paddy Hopkirk, que entonces tenía 86 años, recordó que la decisión de conducir un Mini Cooper S podría haber sido percibida por algunos como una apuesta porque el coche se comercializaba como un coche familiar. Sin embargo, según Hopkirk, las especificaciones del coche (tracción delantera, buen motor y pequeñas dimensiones) se adaptaban muy bien al Rally de Montecarlo, con su especificidad de carreteras estrechas en primer lugar.

Sin embargo, el rally no fue la primera competición en la que se inscribió el coche. En 1959, John Cooper participó con el coche en el Gran Premio de Italia en Monza. En ese momento, el famoso Roy Salvadori estaba al volante. Y el pequeño y manejable coche resultó ser magnífico. En 1962, también con un Mini Cooper, el piloto Patt Moss consiguió victorias en el Rally Tulipán y en Baden-Baden.

Pero el verdadero hito fue en 1964, cuando el Mini Cooper S con la histórica matrícula 33 EJB consiguió la victoria en el Rally de Montecarlo. Los expertos y los entendidos predijeron que el evento lo ganaría el legendario sueco Bo Ljungfelde conduciendo el Ford Falcon Sprint, que era muy superior al coche conducido por Paddy Hopkirk.

Hoprirk y Liddon en el Mini Cooper en el Rally de Montecarlo

Fue una carrera ferozmente competitiva seguida por millones de aficionados a las carreras. La batalla entre Hopkirk y Lungfeldt comenzó en los primeros metros después de la salida y sería imposible saber el probable ganador hasta que terminara el rally. Fue entonces cuando el Mini Cooper S mostró todo su potencial de lucha. También con sus parámetros técnicos relativamente modestos, especialmente un motor de 34 CV, el coche era excelente en carreteras de montaña y de campo, así como en carreteras cubiertas de hielo y nieve. Los puntos fuertes eran su bajo peso, la tracción delantera y una distancia entre ejes muy bien diseñada que proporcionaba una excelente maniobrabilidad.

El resultado fue una victoria muy reñida para Paddy Hopkirk. Su Mini Cooper S cruzó la línea de meta 17 segundos por delante del coche de Bo Lungfeld. Los dos compañeros de Hopkirk, Timo Mäkinen y Rauno Altonen, también terminaron la carrera muy bien. También corrieron en el Mini Cooper y terminaron el evento en 4ª y 7ª posición respectivamente.

Este éxito fue uno de los acontecimientos más trascendentales de la historia del automovilismo británico. Paddy Hopkirk recibió muchos mensajes de felicitación, incluso del Gobierno británico y de los Beatles. Y los coches Mini Cooper S siguieron ganando varias victorias más en el Rally de Montecarlo en los años siguientes.