«Una victoria que no debería haber existido». El éxito de Freddy Kottulinski en el Dakar

El Rally Dakar es una de las competiciones de automovilismo más famosas del mundo, en la que tanto los pilotos consagrados como los representantes de otras disciplinas del automovilismo están dispuestos a probar suerte en uno de los circuitos más prestigiosos del mundo.

Pero en 1980 ocurrió algo en el rally que es absolutamente único en la historia de la competición. La categoría de todoterreno fue ganada por un piloto que anteriormente había competido en un tipo de deporte de motor completamente diferente y que nunca había soñado con alcanzar un éxito tan grande en estas competiciones.

La leyenda del automovilismo Freddy Kottulinski nació el 20 de julio de 1932. A pesar de sus orígenes aristocráticos como joven de una antigua familia austro-silvana, no le fue fácil al principio de su vida. La Segunda Guerra Mundial y la enorme tragedia que se abatió sobre su familia en esa época le pasaron factura. Para sobrevivir, el joven aceptó todo tipo de trabajos, a la vez que estudiaba para convertirse en mecánico de coches.

A finales de los años 40, Freddie emigró de Alemania a Suecia, donde alquiló un pequeño garaje para reparar coches. El negocio tuvo mucho éxito, y tres años después era propietario de un pequeño garaje, donde pudo contratar a cinco trabajadores.

En 1959, Freddy Kottulinski participó en su primera carrera de coches y tres años después ya era un deportista de renombre y ganador de varias competiciones prestigiosas. 

Desde entonces, Freddy Kottulinski ha competido principalmente en circuitos, primero con BMW y luego con Audi. Logró un éxito especial en los torneos de Fórmula 3.

En 1978, Freddy Kottulinski probó por primera vez las carreras de rallies y su debut fue un gran éxito. Formando pareja con el entonces famoso Marc Zurer, ganó la Copa del Mundo en la División 1.

Como era de esperar, a Freddy se le ofreció la oportunidad de conducir el maratón París-Dakar de 1980 en un Jeep llamado Iltis. Este coche es una idea conjunta de Audi y Volkswagen. Kottulinski participó en la creación de este coche. Sin embargo, primero rechazó la oferta de uno de los principales desarrolladores, Roland Gumpert, que quería verlo en el equipo. Pero más tarde aceptó por un apasionado deseo de probarse en la nueva pista. Y el reto no era fácil.

Debido a problemas técnicos, la tripulación formada por Freddy Kottulinski y el navegante Ernst Loeffelmann comenzó mucho más tarde de lo previsto. Además, nadie advirtió a los jinetes del clima especial del desierto, como el amargo frío nocturno. La tripulación empezó a vestirse de verano, por lo que todas las pernoctaciones eran un calvario. La inexperiencia del navegante, de 19 años, no causó menos problemas. Por ello, los pilotos se sorprendieron mucho al descubrir en medio de la competición que estaban entre los líderes. Sin embargo, ya entonces la tripulación era muy escéptica sobre sus posibilidades en la carrera, en la que Jean Ragnotti era considerado el favorito indiscutible. Más aún, el reputado piloto de rallies conducía un coche de características muy superiores al de Kottulinski.

Pero, de repente, la tripulación de Cottulinski se convirtió en líder de la categoría de jeeps en la penúltima etapa y no cedió posiciones hasta el final de la competición. El hecho es que, incluso con la enorme cantidad de problemas encontrados en la pista, los pilotos tuvieron mucha suerte. Los demás competidores tuvieron aún más problemas.

Freddy Kottulinski, tras ganar el rally, se negó rotundamente a participar en otras competiciones similares hasta el final de su carrera, diciendo que una suerte tan tremenda no podía repetirse una segunda vez.

El renombrado piloto falleció en 2010, y su última prueba fue el maratón de North Loop de 2006.